Hace mucho
años atrás, cuenta mi abuelo que en los años mozos de su extrañado y querido
abuelo, vivía una hermosa dama muy buena y trabajadora que era el único
sustento de su familia puesto que era viuda y madre de ocho pequeños y hermosos
niños quien para poder satisfacer las necesidades de su hogar tenía que
realizar trabajos de costura hasta altas horas de la noche.
Cierto día en el mes de Noviembre de aquel entonces, como siempre
la costurera se encontraba realizando sus arduos trabajos de costura, como a la
una de la mañana llamo su atención unos extraños ruidos de multitud, estos
ruidos despertó su curiosidad por saber de qué se trataba y abrió la puerta
para ver qué es lo que pasaba, grande fue su sorpresa al abrir la puerta se
encontró con una procesión, fue entonces cuando se le acerco una persona y le
entrego una vela quien le recibió y lo guardo, al día siguiente busco la vela y
se pego un gran susto al darse cuenta que dicha vela no era sino un hueso
humano, respondiéndose al susto fue a la iglesia y le contó lo sucedido al cura
quien le aconsejo que esperara hasta la noche en que volvería a pasar esa
procesión pero antes debería conseguirse un bebe para que al momento de
devolverle el hueso a esa persona y en el momento que estaba recibiera la daría
un pellizco al bebe para que llorar ay así se retirara porque se trataba
de almas en pena que querían apoderarse de almas buenas.
La
costurera hizo tal como le dijo el cura y desde ese entonces no se
quedaba hasta tarde trabajando en los meses de Noviembre, porque en estos meses
todos las almas en pena andan sueltos buscando llevarse almas buenas con la
finalidad de salvarse, es por eso que deben tener cuidado de andar en las
noches solos por los meses de Noviembre.
I.E.P : Augusto B. Leguia 20929 ( Desierto )
Creador : Benjamin Espejo Martinez ( Alumno 5° Sec )
Interesante muy interesante .. segire viendo
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