En el
antiguo camino de san Vicente a la hacienda '' El Chical '' a un costado de la
acequia llamada ''San Miguel'' existe una enorme planta de guayabo, que a
partir de media noche por causas extrañas se caía al suelo cada cierto tiempo,
sus raíces a flor de tierra en la oscuridad de la noche se movía semejante a
gigantescas serpientes que causaban espantos e impedía a su vez todo intento de
paso de cuantas personas y vehículos se acercaban por el único camino. Pero,
misteriosamente cuando aparecía los primeros rayos de la alborada el guayabo
recobraba a su normalidad, quedando erguido sin desvestigio alguno de lo
ocurrido.
Un día de esos, un grupo de obreros de la hacienda '' El Chilcal
'' aprovechando su descanso, muy alarmados y embargados por la impaciencia
sobre la aparición frecuente de este fenómeno, después de cambiar ideas
esperaron el momento oportuno la noche, y al enterarse el acontecimientos se
reunieron rapidamente , previstos de sus herramientas de trabajo, hachas,
machetes, picos y palas, luego se encaminaron decididos hacia el extraño árbol.
Sin perdida de tiempo cortaron sus raíces, y gran fue su sorpresa cuando
encontraron en la escabacion una inmensa serpiente de siete cabezas que cuidaba
celosamente tinajas llenas de monedas de oro y plata lográndose matar al animal
.
Muy contentos con el cuantioso hallasgo, se repartieron todo el
tesoro entre los escasos pobladoresde ''El Chilcal'' pero en poco tiempo, asi
como tan facil lo encontraron , tambien desaparecio misteriosamente poquito a
poquito a pesar que tenian guardado con especial precaucion y seguridad . por este
hecho la gente hasta ahora tiene la creencia aquel tesoro estaba endemoniado.
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