Cuenta la
leyenda que en la Peña de Chilca había un sapo de oro, al cruzar los
hombres la peña, el sapo se le apareció y el hombre al verlo, le entro la
codicia y se introdujo en la playa y el sapo al ver al hombre, empezaron a
brillar sus ojos y le decía “hombre que codician las cosas deben morir”; en ese
momento el sapo desaparece y el hombre deja de estar encantado, pasado cinco
segundos vino una ola y lo golpea contra la peña y su cuero desaparece.
Cuenta varios años una mujer se atreve a pasar la peña, sabiendo
del encanto en el momento de cruzar la mujer se quedo asustada y lo mira
fijamente y sus ojos empiezan a resplandecer la mujer desaparece, ahora cuando
los hombres cruzan se desaparece la sirena y el sapo, el sapo está sentado en
la falda, el sapo y la sirena sin decir nada, viene una ola golpea al
hombre con la peña, la sirena nada hacia ella y se lleva al hombre hacia el mar
y su cuerpo desaparece.
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